El síndrome de Burnout cada día adquiere mayor interés entre los profesionales que rodean a los deportistas porque es una condición que perjudica al rendimiento. Además de que podría llevar a la persona a abandonar la práctica deportiva tanto por necesidad (su salud física y psíquica se ha visto gravemente afectada), como por iniciativa propia (desmotivación y desagrado).
Debemos también tener en cuenta que, este síndrome, puede ser precursor de una adicción al deporte (o al ejercicio físico). Es por ello que resulta imprescindible saber identificar cuando la persona padece Burnout. De esta manera, podemos ayudar a la persona a salvaguardar su salud y bienestar e impedir futuras situaciones desagradables o decisiones.
¿QUÉ ES EL SÍNDROME DE BURNOUT?
El síndrome de burnout es una condición de estrés prolongado en el tiempo, que como ya hemos mencionado, pueden padecer los deportistas. No es necesario que sean aquellos denominados «de élite»,quienes su modo de vida está orientado a ganar competiciones, sino que también personas que llevan entrenamientos planificados pueden padecerlo. Del mismo modo, no sólo afecta a quienes se ejercitan, ya que también se ha visto su presencia en otros sectores como la empresa, la docencia, el ámbito sanitario, etc. Aun así, esta entrada se centrará en el ámbito deportivo.
Por tanto, ¿Qué conlleva el Burnout?
La cuestión clave para el surgimiento de este síndrome es el estrés. Personas que están expuestas a un estrés crónico son quienes tienen mayor probabilidad de padecer el síndrome de Burnout. El proceso conlleva lo siguiente:
1º Cansancio físico y psico-emocional: viene determinado por condiciones de sobre-entrenamiento en el que el organismo no descansa y, por tanto, no es capaz de recuperar el desgaste. Y además, suele acompañarse de situaciones de presión y una limitación en el tiempo libre.
2º Sensación de peor rendimiento: dificultad por conseguir logros-objetivos-metas. La percepción de las habilidades personales y la capacidad para las ejecuciones se ven disminuidas.
3º Devaluación de la actividad: conlleva una actitud negativa, reacciones impulsivas, respuestas cínicas y expresiones verbales que muestran desinterés.
ÁREAS A LAS QUE AFECTA EL SÍNDROME DE BURNOUT
a) Afectividad: el auto-concepto y la autoestima se ven afectados. La idea que antes tenía la persona sobre quién era y qué rol representaba parece desvanecerse. Suele relacionarse con estar abrumado. En consecuencia, la confianza personal disminuye.
b) Cognición: el procesamiento de la información y la interpretación de los estímulos contextuales son evaluados de manera negativa y con un alto grado de dificultad. Todo ello, dispara un esquema mental que genera Pensamientos Automáticos Negativos (PAN).
c) Respuesta física: Relación estrecha con un sobre-entrenamiento. La carga de entrenamiento, su volumen e intensidad no se adecuan a las necesidades fisiológicas y biológicas del cuerpo. El organismo, no descansa ni recupera como debería y ello promueve fatiga física. Signos clínicos evidentes es la somnolencia, una mayor presión sanguínea, una frecuencia cardíaca elevada y una pérdida de peso relevante en poco tiempo.
d) Respuesta conductual: Esta área esta interrelacionada con el ámbito psicológico-afectivo y a la respuesta física. Dependiendo de cómo la persona se sienta, qué pensamientos está teniendo y cómo se valore a nivel físico aparecerán respuestas más impulsivas, descontroladas y desordenadas. Aspectos como: mayor facilidad para el enfrentamiento, movimientos más bruscos, comunicación más agresiva o distante y pasiva son indicios que hay que considerar.
e) Motivación: Resulta lógico esperar que ante una experiencia que antes resultaba agradable y ahora representa una fuente de malestar, la deportista comience a sentir desinterés. Lo que antes era un pilar que la hacía sentirse feliz y le permitía desarrollarse y aprender, ahora se convierte en sinónimo de presión, incapacidad y sensación de agotamiento constante.
¿CÓMO DIFERENCIAR EL BURNOUT DE UNA ADICCIÓN AL DEPORTE?
Clave:
El sentimiento que tiene la persona hacia su práctica deportiva:
CÓMO VIVE LA PRÁCTICA DEPORTIVA.
La adicción viene acompañada de sentimientos como: culpabilidad, necesidad de realizar para compensar un malestar y aparecen de síntomas de abstinencia. Es decir: se origina un ciclo en la persona en el cual se da el siguiente esquema: cognición – emoción – conducta:
En el burnout, sin embargo, la persona que está sufriendo ese malestar, le lleva a romper o frenar su actividad. No tiene porqué desencadenar un círculo vicioso porque a nivel cognitivo, la persona valora el ejercicio como fuente de ese malestar que esta padeciendo. No ocurre lo mismo en la adicción: la persona es dependiente de la actividad física porque quiere obtener la sensación de bienestar que meses atrás con la práctica obtenía.
A pesar de este repunte, como se ha dicho al inicio de esta entrada, el Burnout sí es precursor de la adicción. ¿Porqué ocurre esto si existe esa diferencia en la valoración de la práctica deportiva? Porque la persona en el momento en el que está padeciendo y desencadenando en un sobreentrenamiento, al comenzar con la sintomatología de malestar la persona analiza su situación. Valora ella misma qué le sucede y qué se lo genera. ¿A quien responsabiliza el malestar que padece? ¿Al contexto? ¿A la actividad? ¿A ella misma? Ahí reside el punto de partida que la orientará hacia el abandono o hacia la reconquista del placer perdido.
TESTIMONIO DE UNA REMERA QUE PADECIÓ EL SÍNDROME DE BURNOUT
Os dejo un artículo que considero una joya, ya que una remera que empezó a padecer esta condición de Burnout explica: cómo empezó a sentirse mal, qué síntomas tenía, qué le *diagnosticaron* en su momento, cómo tuvo que replantearse su recuperación y qué le hubiera gustado o hubiera preferido que ocurriera cuando se vio en esa situación.
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*Importante el tema del diagnóstico, ya que a ella le dijeron que padecía depresión y fue tratada con antidepresivos en su efecto.
REFERENCIAS
Gustafsson, H., Carlin, M., Podlog, L., Stenling, A., & Lindwall, M. (2018). Motivational profiles and burnout in elite athletes: A person-centered approach. Psychology of Sport and Exercise, 35, 118-125.
Reche, C., De Francisco, C., Martínez-Rodríguez, A., & Ros-Martínez, A. (2018). Relationship among sociodemographic and sport variables, exercise dependence, and burnout: a preliminary study in athletes. Anales de Psicología/Annals of Psychology, 34(2), 398-404.
Tyshchenko, V., Dyadechko, I., & Galchenko, L. (2019). The dependence of emotional burnout on ovarian-menstrual cycle phases. Journal of Physical Education and Sport, 19, 1374-1379.
Woodford, L. (2020). ‘The Dormouse’: my story as a lightweight rower with overtraining syndrome. British journal of sports medicine, 54(2), 125-126.