¿Sabemos qué conlleva la dieta cetogénica? ¿Tenemos presente los efectos que produce seguir una dieta cetogénica? Hoy en día existe mucha evidencia de que facilita la reducción de peso, que ayuda a sentirnos más saciados ingiriendo menor cantidad de calorías… pero la repercusión de este tipo de nutrición va más allá. Veamos en qué consiste.
¿Qué es la dieta cetogénica?
Este estilo de nutrición conlleva que la persona distribuya los macronutrientes (grasas, proteínas y lípidos) en porcentajes diferentes a los que establece la pirámide nutricional estándar:
Cómo vemos en la imagen de arriba, los carbohidratos pasan de ser una base principal en nuestra nutrición, a ser algo mínimo. El nutriente imprescindible son las grasas saludables. Esto, en consecuencia, genera un cambio en la manera en la que el metabolismo obtiene energía para llevar a cabo sus funciones. Pasamos de un vía glucolítica (la glucosa es la principal fuente de suministro energético), a una vía lipolítica (los triglicéridos y los cuerpos cetónicos suministran energía).
EFECTOS DE LA DIETA KETO
Ya vimos en la entrada de «obtención de energía por el organismo» que lo más común es que nuestra dieta esté basada en el consumo de glucosa como sustrato, sin embargo, esta dieta aporta los beneficios de generar cuerpos cetónicos para mantener a nuestras mitocondrias en buen funcionamiento.
¿Porqué señalo a las mitocondrias?
Estos orgánulos son quienes generan la energía que el organismo requiere para llevar a cabo sus funciones. Además, el aumento de mitocondrias, ayuda a la persona a llevar a cabo una vejez saludable. Se ha visto que éstas mitigan el efecto que provocan los radicales libres en nuestro cuerpo.
*Los Radicales Libres son moléculas que tienen gran capacidad de provocar reacciones dañinas en el organismo. Sus efectos generan cambios químicos que afectan a las estructuras orgánicas, aparte de generar sustancias nocivas para las células. Es por ello que influyen directamente en el proceso de envejecimiento.
ROL DE LOS CUERPOS CETÓNICOS
Una vez que la glucosa en sangre disminuye, el organismo no puede obtener su energía de la misma manera. En consecuencia, busca la manera de suplir sus necesidades energéticas por otra vía: la lipolítica.
La vía lipolítica conlleva degradar triglicéridos almacenados en los tejidos adiposos. Y aunque los músculos son capaces de rendir a costa de las grasas, el SNC sólo trabaja con cetonas o glucosa. Así que otra respuesta, a ese bajo nivel de glucosa, es generar cuerpos cetónicos.
Los cuerpos cetónicos son moléculas que son capaces de quemar las grasas para dar suministro energético. Así como la glucosa no requiere de oxígeno para generar energía y ser metabolizada, las cetonas sí requieren de su presencia para poder quemar la grasa. Es debido a ese factor de «uso de O2» que favorece el trabajo celular: las mitocondrias ayudan en la respiración celular para la síntesis de energía.
Y como hemos mencionado previamente, el buen estado de las mitocondrias ayuda a que el trabajo celular sea el óptimo ralentizando el proceso de envejecimiento. Pero esto no acaba aquí. Dado que las células trabajan de manera eficiente y eficazmente, el hecho de que ellas estén «sanas» nos lleva a tener en cuenta que, gracias a su buen trabajo, el desarrollo de enfermedades se reduce significativamente.
Efecto saciante de la dieta keto
Uno de los primeros beneficios más notables de quienes consumen mayores cantidades de grasa que de carbohidratos es la sensación de saciedad. A priori, tenemos que tener presente que el metabolismo de los lípidos es mucho más lento y complejo que el de los hidratos. Los hidratos son fácilmente digeribles (su composición química es fácil de romper) y, además, provocan un pico de insulina.
Es posible que, al comienzo de la dieta, la persona note malestar gástrico e incomodidad estomacal. Esto sucede porque el organismo está acostumbrado a digestiones «fáciles» y no a trabajar durante un tiempo sostenido en romper cadenas mucho más complejas como son los lípidos. Pero, una vez vayan pasando los días, el metabolismo se acelera y rompe con mayor facilidad las cadenas eliminando, de este modo, el malestar.
A consecuencia de las digestiones más prolongadas, la persona se siente más saciada, e incluso, una vez que el SNC aprende lo que genera una ingestión importante de grasas, la cantidad de calorías se reduce En este momento, el organismo entiende que con menor cantidad de comida suple perfectamente sus necesidades y es por ello, que reduce las raciones o los posibles antojos.
*El metabolismo de 1gr de carbohidrato genera 4 calorías, en cambio 1gr de lípidos, aporta 9 calorías.
Regulación hormonal en la cetósis
Como sabemos, la mujer mensualmente tiene un ciclo hormonal que controla la menstruación. En dicho proceso, intervienen las hormonas «estrógeno» y «progesterona», las cuales se sintetizan a partir de los lípidos. Sin duda, estas dos hormonas resultan indispensables para el correcto funcionamiento de la función reproductora. Y es que, ambas hormonas, están encargadas en la preparación de la mujer para un posible embarazo. Los estrógenos embellecen para asegurar una atracción sobre el hombre (reparten las grasas por distintas zonas del cuerpo, aumentan los senos, estimula una piel tersa…) y la progesterona se encarga de preparar las condiciones orgánicas internas para una fecundación (ensancha el endometrio, aumenta la sensibilidad de las mamas…). Si hubiera un desequilibrio en cualquiera de estas dos hormonas, el ciclo menstrual se podría ver afectado.
Una condición alarmante, asociado a un ciclo menstrual inadecuado, sería la condición de la Amenorrea. En ese momento, la mujer deja de ser fértil porque su organismo no ovula, por tanto, deja de ser fértil.
ESTAR EN CETOSIS O SUFRIR CETOACIDOSIS
Cetosis y cetoacidosis no es lo mismo y, lamentablemente, muchos profesionales confunden ambos términos.
La cetosis es el uso de las cetonas como suministro energético. Se movilizan las grasas y se queman para suplir con las necesidades del organismo. Por el contrario,la cetoacidosis es una enfermedad peligrosa que puede provocar la muerte de la persona si no se controla o no se revierte. Ésta segunda situación implica que las grasas se degraden formando cuerpo cetónicos que, lejos de quemarse y utilizarse, se acumulan en el torrente sanguíneo. A consecuencia de ello, la sangre se vuelve más ácida.
Por lo tanto, en caso de tener cuerpos cetónicos, tenemos que saber si éstos están siendo quemados o si se están acumulando. Dependiendo de qué ocurra existe un riesgo para la salud o se promueve una mayor eficiencia orgánica dentro del cuerpo.
REFERENCIAS
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LIBRO: MARK SISSON con BRAD KEARNS – La dieta Keto