Existen diversas opiniones sobre qué es «Machismo» y cómo éste se expresa* en la sociedad. En el caso de las mujeres, en relación a su menstruación, la expresión de «estoy en esos días» puede contener matices ofensivos que acarreen alguna que otra disputa. Aun así, esta expresión, nada tiene que envidiar al fenómeno que levanta el declarar: «no me hagas caso, que estoy en esos días» o «no me hagas caso, que estoy en mis días». ¿Realmente esta oración contiene machismo o un micro-machismo en su contenido? Para responder a esta pregunta adentrémonos en lo que hay detrás y veamos qué aspectos entran en juego.
*Les dejo un link («cómo éste se expresa») con algunas de las expresiones que tienen controversia por ser o no machistas.
Las mujeres y sus «estoy en esos días»
Podemos decir que, a lo sumo, existen 3 clases de mujeres* que viven la regla de distinta manera. Por un lado, hablamos de aquellas que son asintomáticas a lo largo de su ciclo menstrual. Luego, encontraríamos a quienes padecen algunos de los dolores, molestias o perturbaciones comunes, ya sea en el ámbito psicológico, emocional o físico (más abajo hablaremos de este aspecto). Y finalmente, por otro lado, estarían aquellas mujeres que se ven incapacitadas y terríblemente limitadas para gestionar su vida. De hecho, entre un 3% y un 8 % son diagnosticadas de Trastorno Disfórico Premenstrual y, en su plan de tratamiento, en el cual se atiende al plano farmacológico, se receta antidepresivos o ansiolíticos.
*3 clases de mujeres: hago referencia a que comparten características similares, no a que su vivencia personal sea igual entre las clases de población femenina.
¿Qué diferencia existe entre estas 3 clases de mujeres?
Son varios los factores que pueden intervenir en que una mujer sea más o menos sensible a los cambios que sufre el organismo a lo largo del ciclo menstrual.
Primeramente, debemos tener en consideración que toda persona tiene un umbral propio de sensibilidad al cambio. No todos los organismos perciben las alteraciones o las disrupciones del mismo modo ni, tampoco, las toleran de la misma manera. Con esto quiero evidenciar el hecho, de que según como nuestros receptores internos establezcan interacción con los neurotransmisores y las hormonas, la mujer será más o menos proclive a sentir o experimentar las alteraciones que antes mencionábamos.
De la misma manera, podríamos decir que entre las personas existen ritmos y pulsatividades diferentes en cuanto a la sintetización y segregación de hormonas y neurotransmisores. Esto al fin y al cabo lo que genera es que, en el organismo femenino, exista mayor o menor concentración hormonal o cantidad de neurotransmisores activos. Esto supone que, bajo ciertos parámetros en los que el cuerpo se ve expuesto a dichas sustancias, algún que otro proceso fisiológico se vea modificado.
EJEMPLO CON LA LEPTINA: HORMONA DE LA SACIEDAD
P.e. Bajo concentraciones elevadas de cortisol, la leptina en sangre no es capaz de cruzar la barrera hemotoencefálica tan fácilmente, ya que sus receptores se ven inflamados por el exceso de dicha hormona. En consecuencia, la persona tiene dificultad en sentir saciedad y tiende a ingerir mayor cantidad de alimento.
Finalmente, otro motivo más es que no todos tienen la misma capacidad de sintetizar y segregar la misma cantidad de hormonas y neurotransmisores. Las personas, según su código genético, tienen establecido unos niveles para la génesis de dichas sustancias. Cierto es, no obstante, que lo que la misma persona puede hacer es cambiar lo que sus genes dictaminan. A pesar de ello, no siempre la persona es capaz o se siente capaz de cambiar esos aspectos.
Los dolores (etc…) en «estoy en esos días»
Lo que el ciclo hormonal puede provocar en las mujeres puede clasificarse en :
1º Dolores físicos. Este hecho acontece fruto del mismo proceso de ovulación y la consecuente expulsión del recubrimiento del endometrio. Suele llevarse a cabo con un proceso inflamatorio el cual puede expandir el dolor hasta la zona de los riñones y el bajo vientre. Dependiendo en qué mujeres, también existe mayor o menor dolor de las mamas. Esto es consecuencia de la hormona «progesterona», la cual se encarga de preparar el organismo de la mujer para el embarazo.
Otras padencias que suelen presentarse son: náuseas, jaquecas, calambres en la zona abdominal, hipersensibilidad en la piel…
ASPECTOS PELIAGUDOS EN EL TEMA DEL MACHISMO
2º Perturbaciones psicológicas. Esto acontece por la acción de las hormonas en interacción con los neurotransmisores (quienes son receptados en ciertas áreas del cerebro). Este punto es de gran interés, ya que los efectos de las sustancias sobre el organismo no sólo ocurre a nivel físico como antes mencionábamos, sino que provoca otras maneras de «procesar» la información: altera la cognición. Es por esto que puede darse un déficit de atención, mayor ansiedad por estar analizando en exceso condiciones futuras, mayor hipersensibilidad a la estimulación externa, mayor fatiga mental o lentitud de procesamiento, mayor dificultad en responder ante situaciones complejas, etc.
3º Alteraciones emocionales. ¿Cuántas veces vinculamos las emociones al proceso de cognición? Muuchas, sí, muchas. Incluso podría decir que demasiadas. Pero la verdad es que, aunque los sentimientos derivan del plano cognitivo, las emociones son reacciones del organismo a lo que «siente» en relación con su situación. ¿Qué sucede entonces para que la persona se sienta distinta emocionalmente?
Lo que antes decíamos: la sensibilidad de la persona a notar sus cambios hormonales y de neurotransmisores. Dependiendo en qué momento del ciclo se encuentre la mujer, una hormona puede impactar en cómo un neurotransmisor trabaje e interaccione con su receptor derivando, de esta manera, en una reacción emocional «fuera de lo común». Y dependiendo de cómo impacte este hecho en la persona a nivel cognitivo, la persona puede tender a experimentar: tristeza, apatía, irascibilidad, bipolaridad (tan pronto estar eufórica como echarse a llorar sin consuelo), etc.
P.e. La progesterona se vincula con in estabilidad emocional. Os dejo el artículo señalado por si fuera de vuestro interés.
¿Es machista o no decir: «no me hagas caso, que estoy en esos días»?
Lo responderé desde las dos perspectivas según el género.
Cuando lo dice la propia mujer.
No. ¿Porqué? Porque es algo objetivo. Cada mujer conoce su cuerpo, conoce su organismo y reconoce quién es dentro de su propia existencia. Si una mujer considera que ella se ve afectada por la condición de su ciclo menstrual, negar lo que ésta expresa es negar quien ella es.
De hecho, esto es comparable al hecho que durante tantos años ha estado vigente (y sigue por desgracia en muchos): los hombres NO deben llorar. Al igual que las mujeres, éstos tienen emociones y sentimiento. Las personas, en su totalidad, tienen necesidad de expresar sus sentimientos y sus emociones. Y cuando una necesidad no se cubre, aparece un problema. En este caso, la represión emocional suele provocar «bombas emocionales». Y ello deriva en fuertes disputas y desencuentros fruto de la tensión guardada por tanto tiempo a nivel emocional y sentimental.
Con la mujer ocurre exactamente igual, NO debemos permitir que nadie niegue o nos ataque por el mero hecho de expresar quienes somos y qué estamos sintiendo en cada momento. No hay que crear una coraza en la mujer para que «ni sienta ni padezca». La mujer no debe ni debería ser perfecta los 28-29-30 o 31 días del mes. Si ella reconoce que: «una reacción emocional poco propia de quien es» es habitual en unos días del mes, debemos acoger a su persona. No es correcto ni sano negarla o emitir un juicio de valor con: estás siendo machista contigo misma.
Cuando lo dice el hombre.
Exactamente lo mismo. Si el hombre reconoce en su pareja femenina que, en unos días del mes, experimenta cambios psicológico y emocionales y ella se lo ha comentado, NO es machista el decir: Cariño no te voy a hacer mucho caso que estás en esos días. De hecho, ni siquiera que el hombre lo piense (cuando la mujer no lo ha mencionado) puede considerarse machismo si el fin que se persigue es no cometer un error. No deja de ser un pensamiento más de cuando solemos decir a alguien: «no tomes decisiones en caliente».
¡ATENCIÓN! Claro está que hay que prestar atención a la actitud y al tono del que lo comunica. ¿Lo dice de manera cercana, cariñosa y en estilo de acogerla y comprenderla? o ¿lo suelta con frialdad, distanciamiento emocional, desdén?
LO IMPORTANTE
El aspecto crucial para dictaminar que es machismo o no decir esa expresión, viene a cargo de la ACTITUD del interlocutor. A nivel de salud mental, para la mujer, el hecho de poder expresar abiertamente esos sentimientos o emociones que la envuelven en esos días del mes, puede promover la liberación de cierta carga de tensión. Resulta ser una disculpa, un desahogo, un petición indirecta de «échame una mano con esto», un «dame un poco de espacio que no me veo en mi». Y de cara al hombre, el hecho de comunicarlo también a la pareja, puede ayudarla a ver que éste está comprendiéndola y acogiéndola como la persona que es.
ACLARACIONES:
Existen casos y casos. Y sobre todo, existen personalidades. Habrá personas que no toleren que se les diga e incluso habrá otras personas que lo comuniquen abiertamente del uno hacia el otro indistintamente. Lo ALTAMENTE IMPORTANTE A CONSIDERAR es si tu pareja te hace de menos, te infravalora, te subestima o te deja de lado. Ahí si podemos decir que «no te hago caso que estás en esos días» es una expresión machista o un micro-machismo.
REFERENCIAS:
Elaboración a partir de entradas anteriores. Temas tratados en dichos escritos¨: Emociones y sentimientos, ciclo menstrual e inestabilidad emocional y teoría de la autodeterminación.