Según los datos recogidos por la OMS, entorno al 60% de la población mundial no lleva a cabo una actividad física significativa para prevenir futuros problemas de salud. En respuesta a eso, en 2004 se diseñó un plan de intervención para incentivar que las personas se movilizasen o rompieran con pautas sedentarias. Y a día de hoy, es notable el incremento de personas que realizan ejercicio físico con regularidad. Luego se entiende, que dicha estrategia puesta en práctica por los 56 estados miembros de la OMS, ha surgido efecto: parece ser que el objetivo de disminuir en un 10% la inactividad para el 2025 puede llegar a confirmarse. Así que me pregunto: ¿porqué practicas ejercicio?
Realicemos una evaluación de los motivos que pueden haber llevado a las personas a comprometerse con romper sus pautas sedentarias.
«PRACTICO EJERCICIO PORQUE DICEN QUE ES SANO»
¿Porqué practicas ejercicio? «Porque ahora puedo salir en bici y realizar un recorrido» «Porque la mayoría participa en maratones y carreras» «Porque me he apuntado a un gimnasio ahora que han bajado los precios» «Porque tengo una pulsera que me dice que no doy suficientes pasos en el día» «Porque mi médico me lo ha recomendado para bajar de peso» «porque mi psicólogo me lo ha prescrito para el tema de socializar». ¿Te suenan éstas afirmaciones?
Una de las claves de la «Estrategia» era dar incentivos y facilidades a la población para que se pudiera mover. Y, efectivamente, parece haber dado resultado. Ahora es difícil no ver a algún corredor, ciclista .. cuando sales a pasear. Además, de lo común que se ha vuelto el ver que, por ejemplo, un Influencer mencione qué entrenamiento sigue en sus RRSS. Sí, realmente, todo lo que se propuso, en 2004, ha cambiado el estilo de vida de la sociedad.
Aun con todos estos buenos resultados, ¿hasta qué punto la Estrategia se ha implementado en las poblaciones? ¿En qué intensidad ejerce su influencia? ¿Somos nosotros quienes hemos decidido con libertad el ejercitarnos o no?
ROL DEL CANON SOCIAL
Si hay algo evidente es la evolución de los cánones sociales a lo largo de los años. Hace miles de años el sobrepeso era el atractivo. Tener peso de más significaba «dinero» en la familia y condiciones de fertilidad para traer hijos sanos. Luego vino la temporada del deseo por el cuerpo esbelto. Se deseaban mujeres delgadas y de complexión estrecha. Se entendía que el sobrepeso no era lo que antes se afirmaba, ya que a nivel de salud, esa condición generaba problemas y patologías que incapacitaban y limitaban a las personas. Y desde hace unos años, parece estar emergiendo un nuevo estilo de cuerpo perfecto: esbeltez, pero tonificación para unas curvas firmes. Es decir: más masa muscular con un bajo nivel de tejido graso. ¿Cómo es que se generan estas ideas sobre la imagen social?
La creación del canon se basa en estudios que afirman que bajo ciertos índices y parámetros el estado de salud está asegurado. Es decir, cuando se conoce qué factores provocan las enfermedades y las patologías que acarrean malestar, el miedo a sufrirlas infunda falsas creencias. Y ahí surge el problema, que esas creencias son medias verdades o falsas verdades. Esto es, la primera sentencia que representa la creencia tiene una parte de verdad, pero si no se matiza o no se contextualiza, se provoca una distorsión de la verdad.
Ejemplo de media verdad o falsa verdad
La creencia de que mujeres embarazadas no deben practicar ejercicio físico intenso porque va a dañar al feto y puede provocar abortos.
La creencia anterior es una media verdad o una falsa verdad. Para valorar qué repercusión tiene el ejercicio físico intenso en el organismo de la mujer, hay que llevar a cabo una evaluación exhaustiva de las condiciones fisiológicas y biológicas de la persona. Aquellas mujeres en las que su organismo no está acostumbrado a realizar esfuerzos intensos, tienen mayor probabilidad de padecer problemas en el embarazo si llevan a cabo repentinamente un entrenamiento fuerte. Pero, por el contrario, si su estilo de vida conlleva la práctica habitual desde hace tiempo de actividad física intensa, no tiene porqué representar el ejercicio en sí un motor perjudicial. De hecho, se han confirmado los beneficios que supone el mantener los hábitos para evitar complicaciones en el parto. En este caso, el ejercicio físico ayudaría a la madre a preparar el cuerpo para el momento.
«PRACTICO PORQUE QUIERO SER ATRACTIVA»
Una consecuencia clara del canon que se ha ido estableciendo por medio de las investigaciones y la divulgación de lo «saludable» es la presencia de los Modelos y Referentes. La creencia o idea generada sobre lo que supone estar sano, debe resultar objetiva y visual para generar evidencia de lo que se transmite. Y ahí es cuando surgen los Influencers o Modelos a seguir.
Esto tiene dos caras: por un lado, ayuda a reforzar la motivación de las personas para conseguir objetivos saludables (porque lo ven posible), pero, por otro lado, no se tiene presente las condiciones personales que hacen único al individuo (no siempre se puede alcanzar el mismo cuerpo del otro). Con esto estamos diciendo que no es malo el tener a alguien, o a un grupo, como método orientativo, pero sí es negativo cuando la persona quiere luchar por ser quien realmente no es.
CAMBIO EN EL MOTIVO PARA PRACTICAR EJERCICIO
Ciertamente, el aspecto cultural establece lo que es ideal para la sociedad y, por ende, para la persona. Sin embargo, ésto se invierte en el aspecto social, ya que se genera la idea de «lo ideal de mí para la sociedad«. ¿Resulta curioso no? El cambio generado es que, se pasa de una orientación para ayudar a conseguir un estado saludable, a una representación de mi persona hacia «el vosotros». En este caso, el aspecto de salud pasa a segundo plano cuando antes era el punto del que se partía. Una nueva falsa creencia, por tanto, que se crea: «si no estoy fibrosa, es que: me descuido, no soy disciplinada, no me sé alimentar, estoy enferma, estoy mal».
Por tanto, ¿por qué practicas ejercicio? «Porque me gusta cuidarme» «porque me gusta verme bien» «porque si no los chicos no me miran» «porque no tengo una cara bonita, pero si mejoro mi cuerpo algo más atraigo» «Porque me gusta el cuerpo de ella» «Porque me ayuda a sentir que me cuido».
«PRACTICO EJERCICIO PORQUE QUIERO SENTIRME MEJOR»
Las circunstancias que hasta ahora hemos ido planteando, han aportado sus beneficios, pero han generado perjuicios. Y esa cara negativa, es lo que hoy en día, millones de sanitarios y profesionales deben saber cómo hacer frente.
Desde consultas de psicología, citas médicas de diversas especialidades, blogs divulgativos de profesionales cualificados, etc. resulta imprescindible saber cómo gestionar todo lo que se ha originado a partir de: «¡practica ejercicio!» y «¡optimiza tu condición de salud!».
¿Por qué practicas ejercicio? «Porque he leído que el ejercicio incrementa las endorfinas y la serotonina» «Porque quiero perder peso» «Porque necesito relajarme después de un día de trabajo» «Porque conozco a personas» «porque mis amigos y yo estamos juntos» «porque para las articulaciones es beneficiosos» «porque me ha dicho el psicólogo que me va a ayudar a rebajar la ansiedad y el estrés».
Es evidente que la práctica de ejercicio físico está recomendado tanto como tratamiento efectivo en diversas patologías como método de preventivo ante ellas. Aún con todo, la práctica sin control, sin conocimiento, sin la valoración de otras cuestiones que ejercen efectos directos en la propia salud (nutrición, nivel de estrés…) también puede fomentar un agravamiento del malestar o, incluso, promover consecuencias graves. Por ejemplo en el caso de las mujeres: el desarrollo de la Triada de la Atleta Femenina.
ATENCIÓN A LA AUTOESTIMA
Además, como hemos señalado anteriormente, se está vinculando el simple hecho de realizar actividad física con la autoestima que tiene la persona. En algunos casos, el mero hecho de estar apuntadas a un gimnasio o pertenecer a un equipo, genera sentimientos de bienestar (ya que cumplen con lo que creen que se debe hacer). Sin embargo, para otras la necesidad de cumplir objetivos concretos es lo que les genera satisfacción personal. Por tanto, a nivel personal, el valor de realizar ejercicio o practicar un deporte involucra más aspectos que la simple salud física.
Refuerza la percepción de control personal: «soy disciplinada y voy todos los días a entrenar» «si llevo a cabo un entrenamiento es que sé comprometerme».
Genera nuevas creencias: «si gano más masa muscular voy a estar más atractiva» «si pierdo grasa reduciré el colesterol».
Promueve la optimización de la imagen personal y social: «si me ven bien, me voy a sentir bien» «si reduzco una talla me veré estupenda».
Por todo esto, te pregunto ¿POR QUÉ PRACTICAS EJERCICIO?
P.D. No puedo adjuntar todas las referencias utilizadas porque el análisis realizado es una convergencia de muchas variables. Os dejo las más representativas e interesantes.
REFERENCIAS:
Escribano, L. G., Fernández-Marcote, A. E., Casas, A. G., López, P. J. T., & Marcos, M. L. T. (2017). Revisión y análisis de la influencia del entorno afectivo y los motivos de práctica de actividad física actual en adolescentes. Journal of Negative and No Positive Results: JONNPR, 2(1), 23-28.
Mora, C. A. A. (2018). Comparación entre los motivos para la práctica de actividad física según el género y el tiempo de práctica en un grupo de estudiantes. MHSalud, 14(2), 1-14.
Moreno-Murcia, J. A., Marcos-Pardo, P. J., & Huéscar, E. (2016). Motivos de práctica físico-deportiva en mujeres: diferencias entre practicantes y no practicantes. Revista de psicología del deporte, 25(1), 35-41.
Thompson, W. R. (2018). Worldwide survey of fitness trends for 2019. ACSM’s Health & Fitness Journal, 22(6), 10-17.
Thompson, W. R. (2019). Worldwide survey of fitness trends for 2020. ACSM’s Health & Fitness Journal, 23(6), 10-18.